
Samsung Galaxy S25 Edge: el salto que esperábamos de la marca

No todos los años vemos una revolución real en el mundo de los smartphones, pero 2025 es diferente. El nuevo Samsung Galaxy S25 Edge no solo cumple con las expectativas que llevábamos meses alimentando, sino que las supera de forma contundente. Desde que fue presentado, este modelo ha levantado más que entusiasmo: ha reconfigurado lo que se espera de un móvil premium Android en esta generación.
El S25 Edge no es una actualización más dentro de la familia Galaxy S. Es el regreso de Samsung a su versión más innovadora y valiente. El rediseño es radical, la potencia interna es de otro nivel y la integración de inteligencia artificial ha alcanzado un nuevo estándar. Este no es simplemente el mejor Galaxy hasta la fecha; podría ser el smartphone que marque el rumbo de todo el sector en los próximos años.
Y aunque no todos tenemos la suerte de haberlo probado de forma prolongada, basta con ponerle las manos encima unos minutos para entender lo que Samsung ha conseguido. Lo que más impacta a primera vista no es solo su diseño: es la coherencia del conjunto. Todo fluye: pantalla, cámara, rendimiento, batería… y eso no es algo que se vea todos los días, ni siquiera en la gama más alta.
Un diseño futurista que por fin se siente diferente
Lo primero que llama la atención es su cuerpo. Samsung ha decidido abandonar cualquier tipo de complacencia y arriesgar. El nuevo diseño Edge, curvado en los laterales, recuerda al estilo de los Galaxy Note más ambiciosos, pero con un refinamiento que hace que el teléfono luzca más compacto y ergonómico. Y no es solo una cuestión de estética: se siente realmente bien en la mano.
El módulo de cámaras traseras también se ha rediseñado por completo, integrándose en la carcasa de una forma que resulta elegante y funcional. La construcción en aluminio reciclado con Gorilla Glass Victus 3 aporta ligereza, pero transmite una solidez innegable. A nivel de acabados, la paleta de colores satinados da ese toque minimalista que muchos estaban pidiendo a gritos.

Desde que tuve en mis manos el Galaxy S25 Edge, lo primero que noté fue el salto en diseño. La curvatura del nuevo panel AMOLED no solo es estética, sino que mejora mucho la ergonomía. Es ese tipo de detalles que, aunque parecen menores, marcan una diferencia notable en el uso diario.
La certificación IP68 se mantiene, y los altavoces estéreo ahora cuentan con una caja acústica más profunda, lo que ofrece una mejora sonora muy bienvenida si eres de los que consume contenido o juega desde el móvil.
Pantalla Edge AMOLED: más que una estética, una experiencia
Samsung nunca decepciona en el apartado visual, y esta vez han ido más allá. El Galaxy S25 Edge monta un panel Dynamic AMOLED 2X de 6.8 pulgadas, con resolución QHD+ y una tasa de refresco adaptativa de hasta 144 Hz. Suave, fluida y brillante, esta pantalla está pensada para que disfrutes cada segundo, ya sea navegando, jugando o viendo una serie en streaming.
El brillo alcanza ahora los 2.800 nits, lo que significa que incluso bajo luz solar directa la visibilidad es perfecta. Además, los bordes Edge no son tan pronunciados como en generaciones anteriores, lo que permite disfrutar del diseño curvo sin problemas de toques accidentales. El panel tiene soporte para HDR10+, lo que hace que cada imagen y cada fotograma cobren vida con una profundidad de color impresionante.
Algo que me sorprendió al usarlo fue la naturalidad con la que interactúas con la pantalla: es más que una ventana al contenido, es parte del propio dispositivo. Navegar por One UI, ver videos o simplemente leer, se siente como deslizar los dedos sobre algo líquido, sin fricción, sin esfuerzo.
Además, el lector de huellas ultrasónico está más rápido que nunca, con un tiempo de desbloqueo prácticamente instantáneo. Y gracias a los algoritmos de IA, la calibración del color se adapta no solo al entorno, sino también a tus hábitos de uso.
Potencia sin límites: el nuevo cerebro del S25 Edge
Este año, Samsung ha optado por lanzar dos versiones del S25 Edge dependiendo del mercado: una con Snapdragon 8 Gen 4 y otra con Exynos 2500, ambos fabricados en proceso de 3nm. ¿La diferencia real? Mínima. Ambos ofrecen rendimiento de escritorio en la palma de tu mano.
La memoria RAM arranca en 12 GB y puede llegar hasta 16 GB LPDDR5X, acompañada de almacenamiento UFS 4.0 de hasta 1 TB. Esto significa que puedes abrir cualquier aplicación, juego o herramienta pesada sin que el teléfono se inmute. Desde apps de edición profesional hasta juegos AAA, el Galaxy S25 Edge vuela.
Lo uso para trabajar, jugar y hasta editar, y el rendimiento no ha flaqueado nunca gracias al chip Exynos de nueva generación.
Una de las novedades más interesantes es la capacidad de gestionar procesos mediante IA. El sistema analiza tus patrones de uso y asigna recursos de forma inteligente para que nunca sientas retrasos. Incluso en tareas multitarea exigentes, como grabar en 8K mientras editas una foto, el móvil mantiene una fluidez impecable.
Y sí, por si te lo preguntabas: este móvil no se calienta como otros flagships. El nuevo sistema de refrigeración por cámara de vapor extendida hace un trabajo excelente incluso tras sesiones intensas.
Fotografía de otro nivel: la inteligencia artificial como protagonista
El nuevo sistema fotográfico es probablemente la joya de la corona del Galaxy S25 Edge. En la parte trasera, encontramos una configuración triple:
- Sensor principal de 200 MP (mejorado, con apertura variable)
- Ultra gran angular de 12 MP
- Teleobjetivo periscópico de 50 MP con zoom óptico 5x y digital hasta 100x
Pero lo que realmente cambia la experiencia no son los números: es la IA fotográfica de nueva generación que Samsung ha introducido. El sistema puede identificar escenas, objetos, rostros y condiciones de luz en tiempo real, ajustando todos los parámetros para entregar resultados asombrosos.
Pude hacer fotos nocturnas que parecían sacadas con equipo profesional. Las luces están bien definidas, el detalle es increíble y el ruido prácticamente ha desaparecido. Incluso con zoom máximo, las imágenes conservan una nitidez que hasta hace poco era imposible sin postprocesado manual.
Los retratos tienen un bokeh natural, y la cámara frontal de 12 MP también ha mejorado con algoritmos que identifican incluso expresiones faciales para optimizar el enfoque y la exposición.
Además, ahora puedes grabar vídeo en 8K a 30 fps, con estabilización mejorada y compatibilidad con Dolby Vision, algo inédito en móviles Samsung.
Batería y autonomía: ¿cumple con lo que promete?
Uno de los aspectos que más preocupan en móviles potentes es la duración de la batería. Pero el Galaxy S25 Edge ha sabido responder bien. Con sus 5.200 mAh, el dispositivo llega al final del día sin problema incluso con uso intensivo.
Literalmente paso el día sin cargarlo. Entre juegos, llamadas, fotos y redes sociales, el consumo es progresivo y estable.
Además, incluye carga rápida por cable de 65 W, carga inalámbrica de 45 W y carga inversa de 10 W. En pruebas reales, puede cargarse del 0 al 100% en menos de 40 minutos, lo que es un alivio si llevas prisa. El cargador, eso sí, no viene incluido, siguiendo la tendencia actual.
El sistema de ahorro inteligente, también gestionado por IA, aprende tu rutina diaria para reducir consumo cuando no lo necesitas. Una función interesante si quieres estirar la batería en situaciones críticas.
Software inteligente y conectado: One UI 7 con Android 15
El S25 Edge debuta con One UI 7, basado en Android 15, y es uno de los primeros móviles en adoptar esta nueva versión. La experiencia es limpia, rápida y está repleta de funciones inteligentes, muchas de ellas potenciadas por IA generativa.
Entre las novedades más útiles encontramos:
- Traducción simultánea en llamadas
- Resúmenes automáticos de textos largos
- Edición inteligente de imágenes con comandos de voz
- Automatizaciones contextuales que responden a ubicación y hábitos
One UI 7 también permite mayor personalización del sistema, desde los íconos hasta las animaciones. Y con siete años de actualizaciones aseguradas, puedes estar tranquilo: tendrás móvil para rato.
Samsung también ha reforzado su ecosistema. Si tienes otros dispositivos Galaxy, como relojes o tablets, notarás una integración total, permitiendo compartir tareas, controlar el móvil desde el reloj y más.
¿Vale lo que cuesta? Precio, versiones y disponibilidad
El Galaxy S25 Edge no es barato, pero tampoco lo pretende. En su versión base parte desde los 1.299 € y puede escalar dependiendo del almacenamiento. Está disponible en tres colores principales: negro titanio, azul zafiro y verde selva, todos con acabado mate.
Samsung ofrece varias promociones con la preventa, incluyendo descuentos al entregar tu móvil anterior, financiación sin intereses y suscripciones gratis a servicios como YouTube Premium o Samsung Cloud+.
Está disponible desde mayo de 2025 en los principales mercados, y se espera que llegue a más países en junio.
¿Justifica el precio? Viendo la potencia, la cámara, la pantalla y el soporte de software, la respuesta es un rotundo sí.
Samsung Galaxy S25 Edge: ¿la mejor compra del año en móviles premium?
El Samsung Galaxy S25 Edge no es solo el mejor móvil de la marca: es uno de los smartphones más completos y equilibrados que hemos visto en mucho tiempo. Combina diseño, potencia, fotografía, autonomía y software en un solo paquete, sin flaquear en ningún apartado.
Si eres fan de Android y buscas lo mejor de lo mejor, este es el dispositivo a tener en cuenta. No solo porque representa lo último en tecnología móvil, sino porque marca un antes y un después en lo que Samsung puede hacer cuando decide innovar de verdad.
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